anto

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cerdos y lobos

Paredes puntiagudas sin rincones no hacen dudas, no hacen ruido
Puertas entreabiertas se cocinan, se siniestran, y se extravían sin palestra
Muebles ilustrados por silencios muertos que se arrodillan rendidos y abortados
Tras la ventana el aire mueve dunas forjadas por cuerpos soñadores y serpentinos
Viuda esta jerga se somete al tiempo sanador de heridas traicionadas por sinopsis viles
Puertos abismantes transformados en funerales pobres donde yacen estructuras de barcos caídos por hombres despedidos de timón
Árboles enredados con insectos reproductores de savia amarga en la que beben y brindan las aves ciegas y castigadas por un cielo cítrico
Signos casi vitales cuando arranco desconsolado por volver adelante y continuar hacia atrás
Destellos y centinelas apuñaladas por coincidencias obsesivas de ardor y púas
Sin abrir los ojos lamento tu engaño prohibido por un pacto con hienas y lobos
Delgada construcción edificada por pasos existentes y faltos de lamidos secos
Cabellera magnificada que sin desplante logra ensuciar mi baño de indiferencia
Cebras sobre cerdos que de perlas se alimentan desechando el asfalto recién formado por tus pisadas descongeladas
Servicios sin domicilios apuntan el deleite depravado de observar vidas ajenas
Cintillos de cristal que se embarran con la llegada de una mirada oculta y siniestra
Sentimientos sepultados y desenterrados por perros hambrientos de ira y venganza
Termina la osadía de un día sin tu rígida expresión de insana fantasía
Comienza mi andar que simula un desayuno alterado por dejos de embustera deidad y somnolienta monotonía.